Siendo una agencia de marketing es hora de que en este blog empecemos a hablar un poco de esta materia, de MARKETING, por eso hoy vamos a hablar sobre las 22 leyes inmutables del marketing, obra de Jack Trout y Al Ries.
En el mundo del marketing hay unas cuantas lecturas que se consideran obligatorias. Libros como “La Vaca Púrpura” de Seth Godin y “Véndele a la mente, no a la gente” de Jürgen Klaric son unos de las biblias del marketing, pero en esta ocasión vamos a hablar de un libro no tan conocido por la gente que no está tan metida en el mundo de la publicidad, el marketing y el marketing digital, pero sí muy importante para introducirse en dicho mundo; “Las 22 leyes inmutables del marketing” de Jack Trout y Al Ries.
Tanto Jack Trout como Al Reis son dos grandes autores que juntaron sus muchos años de experiencia en el marketing y dedicaron más de 5 años a estudiar y recopilar los principios del marketing y de esta forma establecer los patrones de éxito y fracaso de las empresas en el mercado y los recopilaron en un total de 22 leyes inmutables del marketing. En Kahlo hablaremos de las cinco que a nosotros nos parecen más interesantes y que podrás imponer en tu negocio a nivel digital y online e incluso para el posicionamiento SEO.
Ley nº 1: Ley del liderazgo
Esta ley lo que intenta explicar es que muchas veces no importa quién es el mejor en algo, sino quién fue el primero en realizarlo, ya que esto es lo que queda grabado en la mente de las personas. Una marca puede ofrecer un producto que sea el más vendido sin ser necesariamente la mejor, pero sí si es la primera en ofrecerlo.
Ejemplo: Seguro que no recuerdas quién fue el segundo, o el tercer hombre en ir a la luna, ni quien fue el mejor astronauta, pero seguro sí recuerdas quién fue el primer hombre en pisar la luna.
Ley nº 2: Ley de la categoría
Es una de las más interesante y va un poco en relación con la ley anterior. Lo que esta ley nos dice es que si no eres capaz de ser el número uno en una categoría, crea tu propia categoría.
Ejemplo: 7 up, cansado de ser una gaseosa más y, siempre quedar por detrás de Coca-Cola, decidió crear su propia categoría: “7up la primera bebidas cristalinas no cola”. Esto hizo que pasaran del puesto 11 en ventas al número 3.
Ley nº3: Ley de la mente
Da igual si nuestro producto es mejor, más barato, o más bonito que el de la competencia, lo que importa es que nuestro producto esté en la mente del consumidor. La batalla del marketing, antes de librarse en los puestos de venta, se libra en la mente de los clientes potenciales.
Ejemplo: Da igual que en un puesto de venta haya mil productos antes que el nuestro, si nuestro producto es el que está en la mente del consumidor, éste atravesará la tienda como si los demás fueran invisibles e irá directo a coger el nuestro.
Ley nº13: Ley del sacrificio
La ley del sacrificio nos dice que no se puede tener todo para una marca o un producto. Cuando se le da a un producto o una marca un atributo se deben sacrificar otros. La empresa debe elegir el atributo en el que quiera destacar y sacrificar el resto.
Ejemplo: Una empresa de coches no puede hacer los coches más seguros, además de los más rápidos, agresivos, y estilosos. La empresa Volvo se considera que tiene los coches más seguros y, al ya atribuirle a sus coches esta característica, le es imposible atribuirles las características de “los más deportivos y agresivos”.
Ley nº19: Ley del fracaso
Esta es quizá una de las más obvias, pero de las más importantes, ya que puedes darte cuenta de la inmutabilidad de esto, pero a la vez no querer abrir los ojos.
Toda empresa o marca tiene riesgo de fracasar. Como empresa, en una acción, campaña o con un producto, es imposible tener un éxito absoluto y es importante que el departamento de marketing de una empresa esté preparado para fracasar con una campaña, como que lo esté la propia empresa a la hora de lanzar un producto.
Ejemplo: Coca-Cola en un momento de su historia amenazada por Pepsi, decidió lanzar una campaña y cambiar su Coca-Cola normal por la llamada “new coke”, abandonando su sabor original y haciendo que se pareciera más al de Pepsi, lo que hizo que la mayoría de los clientes se sintieran traicionados y disgustos. Un tiempo después la empresa se dio cuenta de su error y rectificó, haciendo que volviera la Coca-Cola Classic.